Cuando entré al gobierno, con 45 años recién cumplidos, todos decían que era muy joven. Salí cuando ya tenía 57. Mis mejores años se los dediqué a la Provincia y al trabajo. No me arrepiento. Aún así, me queda la sensación de que, con el trabajo y la política, no tuve el tiempo suficiente para disfrutar de mis hijos. No hay reclamo, no hay queja. Hemos generado un fuerte vínculo, una buena relación. Los he disfrutado todo lo que pude”
Fuente: www.romerojuancarlos.com.ar